En foro sobre veeduría social plantean necesidad de mejorar el gasto público

Mesa prinicipal

 

La Fundación Solidaridad  y el Foro Socioeducativo realizaron en la ciudad de Santiago el Foro sobre Veeduría Social de las Políticas Públicas con el objetivo de conocer experiencias de control social que se desarrollan en la República Dominicana que procuran mejorar la calidad del gasto público y de manera especial la inversión del 4% en educación.

En el foro intervinieron como panelistas Enrique Darwin Caraballo, Director Ejecutivo de EDUCA y Coordinador del Foro Socioeducativo; María Altagracia Mendoza, Especialista de Protección Social del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo; Juan Núñez, directivo de la Asociación Dominicana de Profesores; y Juan Castillo, Director Ejecutivo de la Fundación Solidaridad.

Al hablar sobre el Pacto Educativo,  María Altagracia Mendoza expuso que  la participación activa de todos los actores de la vida nacional, en especial la comunidad educativa, es fundamental para el éxito del Pacto Educativo, tras considerar que el mismo reconoce que la educación es un derecho de todos los ciudadanos y ciudadanas.

Señaló que la creación de espacios y prácticas promisorias de aprendizajes en todos los niveles del sistema educativo solo será posible con el concurso de todos los sectores de la vida nacional a fin de asegurar que los recursos están siendo utilizados de la forma más eficaz posible, en un marco de transparencia y rendición de cuentas que permitan el logro de los objetivos perseguidos por el Pacto Educativo.

Por su parte Enrique Darwin Caraballo indicó que la veeduría social a las políticas públicas desarrolladas por los ciudadanos organizados permite  velar por el cumplimiento efectivo de los derechos fundamentales, la vigencia de la Ley y de los compromisos asumidos por las autoridades públicas.

Indicó que el Observatorio del Presupuesto Educativo  es  un instrumento de veeduría social efectivo que permite identificar como  y en que se invierte el presupuesto del Ministerio de Educación, haciendo énfasis en que lo importante no es saber cuánto se invierte, sino como y en que se invierte.

Juan Núñez, hablando en representación de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) , cuestionó la inversión de cuantiosos recursos en la promoción de la llamada “revolución educativa”, indicando que los problemas fundamentales de la educación no se resuelven solo con la construcción de aulas o la evaluación de los docentes.

Sin embargo valoró los esfuerzos que realizan organizaciones de la sociedad civil en procura de lograr una mejora en la calidad del gasto público. Si el Estado invierte bien en la educación, fortalece las políticas públicas, indicó.

La experiencia de Fundación Solidaridad en materia de control social fue presentada por Juan Castillo, quien narró las iniciativas que ha puesto en marcha esa organización de la sociedad civil destinada a hacer incidencias ante los ayuntamientos y el gobierno central en procura de lograr una mejoría en la calidad de los servicios y del gasto público.

Dentro de esas iniciativas se encuentran el Observatorio de la Democracia Local y la Observación Ciudadana a los Ayuntamientos de los Municipios de la Provincia de Santiago, involucrando a una red de observadores que levantan información y producen informes que presentan los hallazgos y recomendaciones para la mejora de los servicios.

El Foro Socioeducativo  (FSE) es un espacio integrado por instituciones que re­flexionan y debaten sobre temas socioeducativos desde el año 2000, gene­ran información, elaboran propuestas para influir en la mejora de la educa­ción dominicana y en la constitución de una ciudadanía crítica, así como en la construcción de un Estado de derecho.

La Fundación Solidaridad es una institución sin fines de lucro que apoyándose en los principios de la solidaridad, la equidad, el esfuerzo compartido y la democracia participativa, facilita procesos y acompaña a los actores sociales de las comunidades en las cuales interviene para que los mismos sean sujetos activos en la construcción del bienestar colectivo.

Las palabras de apertura del Foro sobre Veeduría Social de las Políticas Públicas estuvieron a cargo de Pedro Acevedo, Director del Colegio De la Salle, en tanto que las palabras finales fueron pronunciadas por Magda Pepén Peguero, Coordinadora Técnica del Foro Socioeducativo.

Santiago de los Caballeros

18 de septiembre del 2014.

Destacan rol de las organizaciones no gubernamentales en la promoción del desarrollo

Parte del público participante

El Director Ejecutivo del Centro Nacional de las Asociaciones Sin fines de Lucro destacó el rol que desempeñan las organizaciones no gubernamentales en la promoción del desarrollo y la lucha contra la pobreza, considerando también que es necesario el establecimiento de mecanismos de interrelación con el Estado que se correspondan con el aporte que realizan éstas al desarrollo social del país.

Al participar en el Diálogo sobre Políticas Públicas, abordando el tema Las Organizaciones de la Sociedad Civil y la Transparencia: Rol del Centro Nacional de las ASFL, el ingeniero Hernán Paredes indicó que las ONG desarrollan iniciativas en materia de salud, educación, participación de la ciudadanía y reducción de la pobreza, entre otros, en comunidades donde el Estado por diversas razones no ha llegado o su presencia es limitada.

Precisó que desde el Centro Nacional de Fomento de las Asociaciones Sin Fines de Lucro se trabaja en correspondencia con la Ley Orgánica de la Estrategia Nacional de Desarrollo de la República Dominicana No. 1-12, la que en sus objetivos y líneas de acción persigue asegurar la debida articulación entre la planificación estratégica y operativa, la dotación de recursos humanos y materiales y la gestión financiera, a fin de potenciar la eficiencia y eficacia de las políticas públicas a los niveles central y local.

Indicó que el primer eje de la Estrategia Nacional de Desarrollo procura un Estado Social Democrático de Derecho, en cuyas líneas de acción se dispone estructurar y fortalecer los sistemas de supervisión pública y privada que garanticen la prevención y el castigo de delitos administrativos en el Estado e instituciones que reciben fondos públicos, modificar la modalidad de entrega de recursos públicos a las ONG, transformando los actuales subsidios en transferencias de recursos mediante convenios de gestión, así como promover el voluntariado como un mecanismo de participación de la población en el proceso de desarrollo y la solidaridad como valor, y consolidar y promover la participación de las organizaciones de la sociedad civil en la gestión de lo público.

Al reconocer el trabajo que realizan las ONG, expuso que las mismas son de vital importancia para el fortalecimiento de la sociedad civil, dan mayor legitimidad a la acción del Estado, fomentan el sentimiento de pertenencia de la comunidad nacional y favorecen la participación en la vida comunitaria. Asimismo, propician los procesos de cambios democratizadores en la cultura y en las prácticas políticas que posibilitan un mayor control social sobre las acciones de los representantes políticos.

Indicó también, que las organizaciones de la sociedad civil contribuyen a la descentralización de la gestión pública del desarrollo nacional, al tiempo que planteó que es de alto interés para el organismo que dirige propiciar la creación, organización, funcionamiento e integración de las instituciones sin fines de lucro, a través de un marco legal general que les permita incorporarse jurídicamente y establecer sus mecanismos de autorregulación en ejercicio del principio a la autonomía de la voluntad contractual.

“Se considera necesario el establecimiento de mecanismos de interrelación con el Estado, así como de fomento, promoción y apoyo a las actividades que desarrollan las asociaciones sin fines de lucro, que se correspondan con el aporte que realizan al desarrollo social del país”, precisó Hernán Paredes.

Al referirse al rol del Centro Nacional de Fomento de las ASFL manifestó que el mismo es un organismo público conformado por la Sociedad Civil y el Gobierno, cuya finalidad consiste en impulsar la participación de esas instituciones en la gestión de los programas de desarrollo.

Destacó que dentro de sus atribuciones están las de impulsar la participación de las Asociaciones Sin fines de Lucro en la gestión de los programas de desarrollo, validar la clasificación establecida en la incorporación, calificarlas para obtener fondos públicos y el aval del Estado, recomendar al Poder Ejecutivo la concesión de fondos públicos, llevar el Registro Nacional de Habilitación, y contribuir a la difusión de las actividades y aportes de las mismas.

El Diálogo sobre Políticas Públicas es un espacio mensual de debates que organizan la Fundación Solidaridad, el Centro Integral para el Desarrollo Local (CIDEL) y el Recinto Santiago de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). En representación de las organizaciones que organizan el evento hablaron Juan Castillo, Juan Guerra y Ana Vásquez.

Como parte de la dinámica del Diálogo sobre Políticas Públicas parte de los participantes formularon preguntas e hicieron comentarios favorables a la existencia del espacio y a la calidad de la exposición realizada.

Santiago de los Caballeros

21 de agosto del 2014

 

Consideran necesario abrir debate sobre la educación laica en República Dominicana

Participantes en el Diálogo

Académicos,  estudiantes y dirigentes de organizaciones de la sociedad civil de esta ciudad consideraron necesario que el debate sobre la educación laica se abra a todos los sectores de la vida nacional en cumplimiento con lo expresado en el Pacto Nacional para la Reforma Educativa.

Al participar en el Diálogo sobre Políticas Públicas que realizan la Fundación Solidaridad, el Centro Integral para el Desarrollo Local (CIDEL) y el Recinto Santiago de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), expusieron que el Estado se comprometió en el Pacto Nacional para la Reforma Educativa en la República Dominicana 2014-2030 a promover un debate nacional sobre la enseñanza laica y/o tratamiento de la religión en la educación.

La Educación Laica no cuestiona los fundamentos de las religiones, pero tampoco se basa en ellos, sino en los resultados del progreso de la ciencia, cuyas conclusiones no pueden ser presentadas sino como teorías que se cotejan con los hechos y los fenómenos que las confirman o refutan, expresó Guido Riggio Pou al participar como expositor.

“La educación laica se inicia durante el gobierno provisional del General Gregorio Luperón en 1879, quién le abre las puertas a Eugenio María de Hostos para fundar la Escuela Normal, pasos que siguió Salomé Ureña de Henríquez para fundar su Instituto de Señoritas en 1881 para el entrenamiento de maestras. Así se crearon los pilares de la educación dominicana en el siglo XX”, indicó.

La Educación Hostosiana cambió radicalmente el método de enseñanza, al enfocarla en las vertientes de la moral secular y cívica, válida para toda la ciudadanía e independiente de sectarismos religiosos y por otra parte la construcción del conocimiento científico y matemático, manifestó Guido Riggio Pou.

Indicó que la misma opone  el evolucionismo científico a la concepción doctrinaria de la creación del universo; el razonamiento, al pensamiento doctrinario; el conocimiento, como resultado de los métodos experimentales de las ciencias, y no como dogmas fundamentados en absolutismos carentes de evidencias; y opuso el racionalismo a la retórica tradicional.

Expuso además, que los métodos de enseñanza de Eugenio María de Hostos y Salomé Ureña de Henríquez fueron sacados  de la escuela dominicana por el dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, quien  para mantenerse en el poder necesitaba de un pueblo que no pudiera pensar por sí mismo, sino solo aprenda a repetir las verdades que otros con autoridad les enseñan.

Riggio Pou fue enfático al señalar que el sistema educativo está hipotecado y que el curriculum educativo vigente es un instrumento de dominio ideológico y cultural, ya que el mismo está orientado por los principios de la doctrina y la moral católica.

Por su parte el profesor y dirigente de la Asociación Dominicana de Profesores Juan Núñez, manifestó que desde esa entidad, y sobre todo desde la corriente magisterial Juan Pablo Duarte, en coordinación con el “Foro por un Estado Laico Eugenio María de Hostos”, se están promoviendo debates en diversas regiones del país como mecanismo de seguimiento a los compromisos del pacto educativo, entre ellos el de la educación laica.

El debate  sobre  La Educación Laica es un compromiso del Estado el cual se comprometió en el Pacto Nacional para la Reforma Educativa en la República Dominicana 2014-2030 a promover un debate nacional sobre la enseñanza laica y/o tratamiento de la religión en la educación.

El Diálogo sobre Políticas Públicas es un espacio de debates de las ideas y en el mismo  participan académicos, estudiantes, dirigentes de organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos comprometidos con mejorar la calidad de la democracia, el respeto y la tolerancia.

Previo a la exposición de Guido Riggio Pou hablaron Juan Castillo, Director Ejecutivo de la Fundación Solidaridad y el maestro Juan Guerra en representación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, quienes resaltaron la importancia de continuar produciendo debates relacionados con temas que impactan directamente sobre las personas.

Santiago de los caballeros

18 de julio del 2014.

Proyecto de ley establecería un minifundismo municipal

ADODIM

Por 

Un proyecto de ley aprobado en primera lectura por el Senado establecería un minifundismo municipal al declarar autónomos los 234 distritos municipales lo que les daría la misma categoría de los 156 municipios para un total de 390 ayuntamientos, de los cuales 117 tienen menos de 4 mil habitantes.

Se trata de una contra reforma que establece nuevos criterios para el gasto municipal, en lo que se configura como un festín clientelista, y que desconoce sin preaviso, en la forma y el fondo, el consenso de diez años de discusiones que concluyó en la actual ley municipal 176-07.

Autonomía a los distritos. Tras el informe favorable de su Comisión Permanente de Justicia y Derechos Humanos el Senado aprobó en primera lectura un proyecto sometido por los senadores Rafael Calderón, de Azua, y Charles Mariotti de Monte Plata, que reformaría la Ley 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, a fin de otorgarle plena autonomía administrativa y presupuestaria a los distritos municipales hasta ahora concebidos como subdivisión territorial dependiente del ayuntamiento municipal.

Los proponentes se basan en que “en ninguna de sus partes la Constitución de la República consigna que las funciones y actuaciones de los distritos municipales están sujetas a la autoridad del municipio al que corresponden, y que contrariamente le establece el derecho a patrimonio propio, autonomía presupuestaria, potestad normativa, administrativa y de uso de suelo”.

Otra consideración estima “justo el reclamo de los distritos municipales de eliminar el vínculo de dependencia administrativa entre el municipio y el distrito municipal en virtud de que constitucionalmente son territorios con la misma capacidad jurídica y sin subordinación entre uno y otro”.

El proyecto también modificaría la proporción en que la ley 176-07 distribuye el uso de los fondos de los municipios, hasta ahora 40 por ciento para infraestructuras, 31 para servicios, 25 para pago de personal, y el restante 4 por ciento para salud, educación y género. Se unifican las proporciones destinadas a servicios y personal en un global 56 por ciento, lo que permitiría mayores partidas para nóminas y nominillas de por sí ya abultadas en muchos de los ayuntamientos que no cumplen la ley.

Serían 390 ayuntamientos. La propuesta de ley abonaría el progresivo mini fraccionamiento del territorio nacional que se ha criticado hace décadas. En la actualidad rigen 155 municipios y hay otro por constituir y 232 distritos y 2 por ser establecidos para un total de 390 entidades que operarían todas con la misma categoría, como ayuntamientos autónomos y con presupuestos independientes y sin fiscalización del municipio, aunque con distintas denominaciones que solo se justifican en la concepción del distrito como subdivisión municipal. Si fueran entidades con igual rango, no habría explicación para que la Constitución mantenga las dos categorías.

Es relevante que hay 12 distritos con población menor de 2 mil personas, 40 con menos de 3 mil, 88 con menos de 4 mil y 117, justo la mitad, con población menor de 5 mil personas, y apenas 48, el 21 por ciento, pasan de los 10 mil habitantes. El Distrito Palo Alto, el menor de todos, apenas tiene 958 personas. Si se aprueba el proyecto de ley todos tendrían la misma autonomía que el Distrito Nacional, cuya población es de 965 mil habitantes, que Santiago con 983 mil, o Santo Domingo Este que registra 787 mil habitantes.

Redondeando la población nacional en 10 millones, si se divide entre 156 municipios, arroja un promedio de 64 mil 102, lo que ya se considera una fragmentación excesiva. Entre 390 ayuntamientos se reduciría a un promedio de 25 mil 641 personas.

La provincia de Azua, cuyo senador es uno de los proponentes de la reforma, es ejemplo del minifundismo territorial, pues es líder nacional en municipios con 10, uno más que Santiago que es 6 veces más poblada, y también en distritos municipales con 22. La provincia Santo Domingo, la más poblada del país, con casi dos millones de habitantes, solo tiene 7 municipios y 8 distritos.

Contra sentencia del TC. Domingo Matías, uno de los más reputados expertos municipalistas, sostiene que el proyecto choca con dos sentencias del Tribunal Constitucional sobre actos de la Junta del Distrito Municipal de Verón, la 67-13 que declaró nulo el establecimiento de impuestos y la 152-13 que le restó potestad de crear su propia Oficina de Planeamiento Urbano. “Los Distritos Municipales son órganos descentralizados y extensiones de los ayuntamientos, es la conclusión de la sentencia 67-13” especificó.

Matías no niega que el nuevo marco constitucional demande una revisión de la Ley de Municipios, pero también la Estrategia Nacional de Desarrollo, convertida en ley, así como la Ley de Regionalización y Plan Nacional de Reordenamiento Territorial y el Pacto Municipal en discusión con el presidente Danilo Medina.

Reivindicando la participación social, reclama “avanzar hacia una reforma municipal que sea viable, que conlleve más consecuencias para los actos de corrupción y promueva la cultura de la transparencia”.

Si la mayoría de los 155 municipios no cumplen las más elementales normas de contabilidad y contraloría, como ha certificado la Cámara de Cuentas, la más que duplicación al convertir los distritos en ayuntamientos autónomos auspiciará un mayor dispendio de los recursos municipales. Los vocales de los distritos querrán tener la remuneración que ya se da a los regidores de los municipios. Y serán 390 unidades reclamando un “palacio municipal” y el derecho a repartir entre su clientela política una proporción del presupuesto público.

La mezcla de la flexibilización de la proporción del presupuesto municipal destinado a pagos de personal y de servicios, englobándolos, con la homologación de los distritos con los municipios, tiene una clara marca de intención clientelar. En distritos de mil personas podrían distribuirse el presupuesto y alcanzar a más de la mitad y hasta a la totalidad de sus habitantes.

Contrarreforma municipal

El proyecto sometido al Senado sin previa discusión con nadie, constituye una contrarreforma, que desconoce en aspectos fundamentales el largo proceso de consenso que precedió la aprobación de la Ley 176 del 2007 sobre el Distrito Nacional y los Municipios, la cual se debatió durante una década con amplia participación de la Federación de Municipios, entidades gubernamentales, de las organizaciones sociales y expertos nacionales e internacionales. En todo el proceso hubo auspicios y financiamiento de organismos internacionales.

Aunque no se ha explicitado públicamente, se tiene entendido que el proyecto cuenta con apoyo de la Asociación Dominicana de Distritos Municipales. Tampoco ha fijado posición la Federación Dominicana de Municipios, pero se da por hecho que no auspiciará la reforma, al menos en cuanto al desprendimiento de los distritos.

El Foro de Municipalistas, que integra numerosas organizaciones de la sociedad civil y unos 300 alcaldes, alcaldesas y regidores, así como expertos en la materia, fue la que en los últimos días denunció el proyecto como una “contrarreforma regresiva” y se dirigió al Congreso el viernes reclamando consenso sobre la ley de los municipios.

Domingo Matías, vocero del Foro, adelantó “serias objeciones” al contenido del proyecto y al procedimiento: “tratar de pasar casi en secreto una reforma que abriría el riesgo de que los presupuestos municipales sean utilizado para incrementar la nómina de los gobiernos locales sin establecer criterios contraviene el proceso de reforma de la administración pública que viene impulsando el Poder Ejecutivo a partir de la Estrategia Nacional de Desarrollo”, sostuvo.

Previo a la aprobación de la Ley 176-07 ya existía la alarma por el minifraccionamiento territorial impulsado por el clientelismo político, por lo que se estableció que los nuevos municipios deberían tener por lo menos 15 mil habitantes, cifra a la que no llegaba la tercera parte de los ya establecidos. Todavía después se aprobaron algunos sin esa proporción poblacional.

Fuente: http://hoy.com.do/proyecto-de-ley-estableceria-un-minifundismo-municipal/